Torrance, un ingeniero de la Tamerlaine, una nave Arca, roba suministros y los vende en el mercado negro ante las narices de un insólito detective.
Mundos verdes
La corriente se cortó justo cuando Evan calibraba los receptores, una tarea cada vez más laboriosa dado el deterioro del equipo de comunicaciones de largo alcance de la Hammercross. Durante un instante, se quedó sentado en la oscuridad, escuchando. Aún se oía el zumbido de los ventiladores. El corte eléctrico no lo había dejado sin suministro de aire. Después de diez minutos de oscuridad total, las luces ámbar de emergencia cobraron vida. Las comunicaciones internas también estaban muertas. Esto significaba que tendría que recorrer los agolpados habitáculos del Hammercross para poder quejarse a la administración, o al menos explicarle por qué no estaba llevando a cabo las tareas que tenía asignadas.
